Respuesta:Situación:Una vez, mientras manejaba por una autopista muy transitada, iba a una velocidad moderada porque llovía y la visibilidad era baja. Un conductor detrás de mí empezó a acercarse demasiado (lo que se conoce como “tailgating”), haciéndome señales con las luces y presionándome para que me moviera o acelerara, a pesar de las condiciones peligrosas.Reacción en ese momento:Me puse nervioso y, por un momento, sentí la tentación de acelerar solo para quitarme la presión de encima. Pero decidí mantener la calma, no exceder el límite seguro de velocidad y, tan pronto como fue posible y seguro, cambié de carril para dejarlo pasar.Qué haría diferente ahora:Aunque manejé con responsabilidad, ahora sé que podría haber actuado con más confianza y sin dejarme afectar emocionalmente por la presión. También podría haber encendido mis luces intermitentes brevemente para señalar que no era seguro adelantar, y recordarme que no vale la pena ponerme en riesgo solo por complacer a un conductor impaciente.