Respuesta:La parábola del Buen Samaritano, narrada por Jesús en el Evangelio de Lucas, presenta a tres personajes principales: un sacerdote, un levita y un samaritano. El hombre herido y abandonado en el camino también es un personaje central. El samaritano es quien muestra compasión y ayuda al hombre herido, demostrando ser el "prójimo" en la parábola. Jesús pide a las personas que sean prójimos, mostrando misericordia y ayudando a quienes lo necesiten, sin importar su origen o condición. El texto nos enseña que el prójimo es aquel que necesita nuestra ayuda y que el amor al prójimo se manifiesta a través de obras de misericordia. Desglose de la parábola:Personajes:El hombre herido: Un viajero asaltado y abandonado. El sacerdote y el levita: Ambos, religiosos judíos, evitan ayudar al hombre herido. El samaritano: Un hombre de Samaria, considerado un grupo marginal por los judíos, quien muestra compasión y ayuda al herido. ¿Quién es prójimo?En la parábola, el samaritano se define como prójimo al demostrar misericordia y actuar con amor hacia el hombre herido. ¿Qué pide Jesús?Jesús pide a las personas que sean como el samaritano, que se preocupen por el bienestar de los demás y que muestren compasión hacia quienes sufren. ¿Qué me dice el texto?La parábola nos invita a reflexionar sobre nuestra actitud hacia los demás y a considerar a todos como prójimos, especialmente a aquellos que necesitan ayuda. ¿Quién es el prójimo hoy?El prójimo es cualquier persona que necesita nuestra ayuda, sin importar su origen, raza, religión o condición social. Motivo último de la proximidad:La proximidad entre las personas se basa en el amor y la compasión, en la capacidad de ponerse en el lugar del otro y actuar con misericordia. Cambio de actitud:La parábola nos obliga a cambiar una actitud centrada en uno mismo por una actitud de servicio y entrega hacia los demás. Aplicación en familia:En familia, podemos aplicar la parábola fomentando la empatía, la ayuda mutua, el perdón y la solidaridad entre sus miembros y hacia quienes nos rodean. Dificultades para ser prójimo:A veces, la falta de tiempo, el egoísmo, el miedo, la indiferencia y los prejuicios nos impiden ser prójimos. ¿Vivo como el maestro de la ley?La parábola nos confronta con nuestra propia actitud. ¿Actuamos como el sacerdote y el levita, evitando a quienes necesitan ayuda, o como el samaritano, mostrando compasión y actuando con amor? ¿Ley o amor?La parábola nos recuerda que el amor, la compasión y la misericordia son más importantes que el cumplimiento de la ley, y que la verdadera vida se encuentra en el servicio a Dios y al prójimo. El texto, que corresponde a la parábola del buen samaritano, relata cómo un hombre fue asaltado, golpeado y dejado medio muerto en el camino. Un sacerdote y un levita pasaron de largo sin ayudarlo, pero un samaritano, al verlo, sintió compasión, lo curó, lo llevó a un mesón y pagó por su cuidado. Jesús, al finalizar la parábola, le dice al hombre que le preguntó "¿Quién es mi prójimo?": "Anda, haz tú lo mismo". La parábola no especifica un lugar exacto, pero se desarrolla en un camino, probablemente entre Jerusalén y Jericó, donde solían ocurrir asaltos. El texto se encuentra en el Evangelio de Lucas, específicamente en el capítulo 10, versículos 25-37. La parábola se narra como respuesta a la pregunta de un experto en la ley sobre quién es su prójimo, después de que Jesús le presenta el mandamiento principal del amor a Dios y al prójimo. La parábola enfatiza la importancia de la misericordia y la compasión, especialmente hacia aquellos que están en necesidad, sin importar su origen o condición social. La frase "Anda, haz tú lo mismo" es la conclusión de Jesús, instando al hombre a aplicar la lección de la parábola en su vida, actuando con misericordia y amor hacia su prójimo, tal como lo hizo el samaritano. En la parábola del buen samaritano, el hombre que cayó en manos de los ladrones fue el prójimo del samaritano, ya que el samaritano se compadeció de él y lo ayudó. La respuesta correcta a la pregunta es: "El samaritano". La parábola del buen samaritano, narrada por Jesús en Lucas 10:25-37, cuenta la historia de un hombre que fue asaltado y herido por ladrones, y cómo tres personas pasaron de largo sin ayudarlo. Un sacerdote y un levita pasaron por el camino sin detenerse, pero un samaritano, considerado un grupo despreciado por los judíos, se compadeció del hombre herido y lo ayudó. Jesús le pregunta al doctor de la ley: "El que tuvo misericordia de él". La parábola enfatiza la importancia de la compasión y la misericordia hacia todos, incluso hacia aquellos que consideramos diferentes o inferiores. Explicación: