Respuesta:En el siglo XIX, las autoridades argentinas esperaban recibir inmigrantes principalmente de Europa, con un enfoque especial en Italia y España, seguidos por inmigrantes de otros países europeos como Alemania, Suiza, Francia y algunos del este de Europa. La inmigración fue vista como un motor para el progreso y desarrollo del país, trayendo consigo mano de obra, nuevas culturas y conocimientosExplicación: