Explicación:Jean-Baptiste Lamarck, a comienzos del siglo XIX, observó que las especies actuales diferían de las fósiles y parecían mostrar un aumento de complejidad con el tiempo. Esto lo llevó a pensar que los seres vivos podían transformarse para adaptarse a su ambiente. Notó que muchas características de los animales parecían útiles para su modo de vida y concluyó que el medio influía directamente en su forma y función. Propuso que los órganos que se usaban mucho se desarrollaban, mientras que los que no se usaban se atrofiaban, y que esos cambios adquiridos durante la vida podían heredarse. Además, planteó que existía un impulso interno en los organismos que los llevaba a perfeccionarse y volverse más complejos con el tiempo.