Durante el Intermedio Tardío surgieron más civilizaciones porque, tras la caída de grandes estados centralizados como el Wari y Tiahuanaco, las regiones quedaron políticamente fragmentadas, lo que permitió que diversas sociedades locales se desarrollaran de manera independiente, adaptándose a su entorno y aprovechando recursos específicos, generando así múltiples centros culturales y políticos en simultáneo.