Respuesta:es una invitación a recordar y valorar la relación con la naturaleza, específicamente con los árboles. La frase sugiere que el árbol es como un "hermano" para el niño, implicando una conexión cercana, de cuidado y respeto. Se enfatiza la importancia de recordar que los árboles sienten y sufren si se les daña, promoviendo así una actitud de cuidado y protección hacia ellos. En resumen, la interpretación es un llamado a la conciencia ambiental, recordando al niño que debe tratar al árbol con cariño y respeto, reconociéndolo como un ser vivo con el que comparte una relación fraternal.