respuesta: la síntesis elaboradaEl enfriamiento corporal tras la muerte sigue un patrón: durante las primeras 12 horas desciende cerca de 1 °C por hora, y luego la mitad de esa velocidad. Si el cadáver está sumergido en agua, el enfriamiento es mucho más rápido. Este enfriamiento, junto con el rigor mortis y el livor mortis, ayuda a estimar la hora del fallecimiento.El rigor mortis es la rigidez de los músculos por cambios químicos internos. Empieza en los párpados, sigue por la cara, el tronco y las piernas. Pasadas unas 12 horas desde que se completa, el cuerpo se relaja en el mismo orden.El livor mortis ocurre cuando la sangre, por gravedad, se acumula en las zonas inferiores del cuerpo, fijando el color en unas dos horas. El tono varía según la causa de muerte (intenso por envenenamiento, rosado por frío, rojo brillante por monóxido de carbono).El ambiente influye en la descomposición: en lugares cálidos y secos, los tejidos se secan rápidamente (efecto “pasa de uva”), preservando los rasgos por años. En sitios húmedos y cálidos, las bacterias aceleran la descomposición; en tumbas profundas, el proceso es más lento.En cuerpos sumergidos, el forense determina si la persona murió ahogada, por hipotermia o antes de entrar al agua. El enfriamiento es rápido, la piel se vuelve blanca y con “piel de gallina”, y el rigor mortis aparece y desaparece más lentamente. Incluso después de 96 horas en el agua pueden persistir signos de rigidez. Tras seis o siete días sumergido, inicia otro proceso químico de descomposición particular al medio acuático.