Del hecho de que China fue gobernada por sucesivas dinastías, se deduce que su sistema de gobierno fue una "monarquía hereditaria" con un poder altamente centralizado.Este sistema se caracterizaba por:Poder absoluto del emperador: Considerado el "Hijo del Cielo", su autoridad era total y hereditaria dentro de una misma familia.Burocracia: Para gobernar el vasto territorio, se desarrolló una compleja administración de funcionarios seleccionados por exámenes de servicio civil.Estabilidad: El sistema de dinastías proporcionaba una estructura de gobierno continua, aunque el cambio de una a otra a menudo era un periodo de gran inestabilidad.Influencia del confucianismo: La filosofía confuciana promovía la obediencia y el respeto a la jerarquía, lo cual reforzaba la autoridad del emperador.