La percepción que tiene Tybalt de Romeo está profundamente marcada por el odio entre las familias Montesco y Capuleto, y eso distorsiona por completo su juicio. Tybalt proyecta sus prejuicios y su odio sobre Romeo, lo que convierte una posible oportunidad de entendimiento en una confrontación fatal. Si Tybalt hubiera visto más allá de la rivalidad, la historia de Romeo y Julieta podría haber tomado un rumbo muy distinto.