En un mundo laboral cada vez más interconectado, la capacidad de trabajar en equipo de manera ética es una competencia indispensable. Pero, ¿qué significa realmente 'colaborar con ética'? Implica reconocer el valor de cada persona, actuar con integridad incluso en situaciones difíciles y priorizar el bien común sobre el individualismo. Para abrir el debate, propongo reflexionar: ¿Qué comportamientos observamos en nuestros entornos de trabajo que fortalecen o debilitan la colaboración? ¿Cómo podemos, desde nuestro rol, promover una cultura donde la empatía y la responsabilidad compartida sean la norma? Este es el momento para compartir ideas, dudas y experiencias que nos ayuden a crecer como profesionales y como seres humanos.
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