Respuesta:Todo comportamiento, incluso el silencio y la inmovilidad, funciona como un vehículo informativo en el contexto de la interacción, ya que el ser humano comunica no solo a través de palabras, sino también mediante gestos, posturas, pausas y ausencias de acción; el silencio puede expresar resistencia, desacuerdo, reflexión, incomodidad o incluso complicidad, mientras que la inmovilidad puede ser leída como un signo de control, sumisión, bloqueo emocional o búsqueda de protección; en este sentido, la interacción humana es un campo semiótico en el que toda conducta activa o pasiva transmite significados que el otro interpreta, y por ello la responsabilidad comunicativa implica reconocer que siempre estamos enviando señales, aún cuando creemos “no hacer nada”.