Un anciano dejó a sus tres hijos una herencia de 17 camellos para repartir de la siguiente forma: el mayor recibiría la mitad, el segundo un tercio y el menor la novena parte. Intentaron realizar la división, pero matemáticamente cra imposible: el mayor no podín recibir ocho camellos y medio, el del medio tampoco cinco camellos con sesenta y seis, ni el menor un camello con ochenta y ocho HERENCIA 17 CAMELLOS EL MAYOR LA MITAD 88.5 EL SEGUNDO 1/3-5,66 MENOR LA 9 PARTE 1.88 Recurrieron a un media